SECCIÓN 126
Esta sección es un relato de una visión abierta que recibió el presidente José Smith en Lamoni, el 16 de abril de 1902. Fue aceptada por los quórumes y la Conferencia General como guía inspirada para satisfacer las necesidades existentes de la iglesia.
A la Mesa y Miembros de la Conferencia:
1 En la noche del 16 de abril hice tema de oración la condición de la iglesia, deseoso intensamente de recibir luz e información en relación con ella y con mi deber. Desperté a la hora de las tres y tuve en presentación la siguiente visión:
2a Vi la asamblea de los santos y las autoridades generales, estas últimas dispuestas sobre una plataforma con los asientos dispuestos en filas, cada fila desde el frente de la plataforma ligeramente levantada hacia atrás.
2b En esa plataforma vi el quórum de la Presidencia, el Obispado, los Doce y una línea por encima de los Doce en el asiento detrás de ellos, un número de los hermanos, incluidos cuatro de los miembros actuales de los Doce y los patriarcas ahora ordenados y reconocido en la iglesia.
2c El Quórum de los Doce estaba lleno, y los lugares de los cuatro que vi en el nivel superior de asientos fueron ocupados por otros conocidos de la iglesia.
3 Pregunté quiénes eran estos hombres que ocupaban la fila superior de asientos, y me dijeron que eran ministros evangélicos, llamados a ministrar en bendiciones espirituales a la iglesia y a predicar el evangelio sin dejarse intimidar por la carga del cuidado y la ansiedad de presidir misiones y distritos.
4 Vi en la Presidencia a dos conocidos de la iglesia, pero que hasta ahora no han estado relacionados con la Presidencia.
5a Vi el Obispado tal como está constituido actualmente, con los obispos asistentes a cada lado. Pregunté cuál era el significado de esto.
5b Se me dijo que el obispo no debería tener la carga del cuidado espiritual de la iglesia, a menos que tal pudiera ser llevado ante él en cumplimiento de la ley que preveía la corte del obispo.
6 Luego pregunté qué significaba la elección de miembros para la presidencia tan jóvenes en años. Se me informó que era con el propósito de que antes de que la presidencia fuera invadida por la muerte, estos hombres jóvenes deberían estar preparados por asociación para ayudar a cualquiera que fuera elegido como presidente en la emergencia que ocurriera.
7a Los nombres del actual Quórum de los Doce a quienes vi en el nivel superior de asientos eran James Caffall, John H. Lake, Edmund C. Briggs y Joseph R. Lambert. Estos estaban sentados con los otros ministros evangélicos.
7b Los que vi sentados con el Quórum de los Doce fueron Frederick A. Smith, Francis M. Sheehy, Ulysses W. Greene, Cornelius A. Butterworth y John W. Rushton.
8 Junto a la presidencia estaban Frederick M. Smith y Richard C. Evans.
9 La asamblea parecía grande y ordenada, con los diferentes oficiales de la iglesia en sus quórumes reunidos en el mismo orden que se observaba en nuestras conferencias anuales, pero no parecían ser tan grandes como en otras ocasiones en que los había visto.
10a Con respecto a la reunión y el trabajo del Obispado en cuanto a la ley del diezmo y la consagración, investigué cuál debería ser la actitud de la iglesia con respecto a esto.
10b A esta pregunta se me respondió que el Libro de Doctrina y Convenios aceptado por la iglesia debía guiar el consejo y la acción del Obispado, tomado como un todo, cada revelación contenida en él teniendo su relación apropiada con cada una de las demás y su relación con los mismos;
10c y, a menos que las libertades de la gente de la iglesia estén en peligro, se debe acceder a la aplicación de la ley según lo establecido por el obispado.
10d En caso de que haya un desprecio flagrante de los derechos del pueblo, se debe apelar a los quórumes de la iglesia en consejo conjunto, y su acción y determinación deben regir.
10e Pregunté a qué se referían los quórumes de la iglesia, y me respondieron, los tres quórumes cuyas decisiones están previstas en la ley: la Presidencia, los Doce y los Setenta.
11 En caso de transgresión en su oficio, el obispo debe ser llamado ante el consejo que está previsto en la ley, a cuyo tribunal deben estar sujetos todos los oficiales generales de la iglesia.
12 Después de mucho pensar y reflexionar sobre lo que había visto como se relató anteriormente, junto con la información contenida en las respuestas a mis preguntas, no vi claro mi camino para presentar los asuntos allí contenidos en la sesión de ayer hasta que la iglesia tuvo por sus votos sostuvo a los oficiales de los quórumes referidos.
13 Se verá que hay una aparente invasión de la regla que se supone debe regir la selección de los ministros evangélicos, pero de esto no soy responsable; y por la presente todo el asunto se somete a la aprobación o desaprobación de la iglesia.
JOSÉ SMITH
LAMONI, IOWA 18 de abril de 1902
Biblioteca de las Escrituras: Doctrina y Convenios
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